14 de enero de 2010

Quien, cuando, como, donde y porque.

Hola a todos

Me llamo Abraham, “ciclista de salón” de profesión, que con 29 años y ninguna aspiración en este duro mundo del ciclismo, escribo este blog para “desahogarme bicicletísticamente”, y contar un poco todas mis vivencias sobre la bicicleta,entrenos, salidas, rutas, sensaciones, opiniones y pensamientos, material  y demás pajas mentales que me pasen por la cabeza. Tenía muchas ganas de comenzar algo como esto y estoy muy ilusionado. Y aunque sea para mi voy a tratar de que sea lo más interesante y entretenido posible. Para mi lo va a ser seguro.

Ciclistade salón… Que razón que tiene mi compañero Pascual cada vez que me llama así. Y creo que al final va a tener toda la razón, esta pretemporada llevo 135 horas de entreno de las cuales 85 han sido en rodillo. Lo llaman locura aunque yo prefiero llamarlo entrenamiento psicológico, porque no veas lo que se sufre del “coco” en el rodillo. Bueno, por ahora es lo que hay y mañana me tocan 2 horas y no pinta que el viento mañana me vaya a dejar salir a la calle.

Antes de que alguien piense que tengo un problema quiero comentar una cosilla quesiempre le digo a toda la gente: a mi, cuando me gusta algo, me gusta mucho, pero que mucho, mucho. Por lo tanto solamente puedo tener una afición (que en mi caso ahora es este bendito deporte del ciclismo) porque con esto de los días de 24 horas, el trabajo, la mujer, los niños y la casi inexistente vida social que tengo no queda tiempo para na damás. Tengo la suerte (o la desgracia) de trabajar a turnos, lo que me deja tiempo libre todos los días (aunque trabajo todos los días por desgracia o por suerte) y me da para estas cosillas.

Mi vida en la bicicleta comenzó por allá por 1993, con 12 años a punto de cumplir  13, pero esa es la parte que me entristece un poco así que lo dejamos para otro día. Hace ahora mas o menos un año que me empecé a meter en el mundo de la bici. de nuevo Fue culpa de mi compañero Miguel Angel, que siempre dejaba caer que si había estado aquí y allá con la mountain bike, y yo, que me apunto a un bombardeo, y con un sobrepeso más que notable, decidí buscarme una bici para acompañarlo en sus aventuras. La llegada de la bici se hizo esperar porque yo buscaba “la bici”, la mejor en relación calidad-precio. No me gusta ni un pelo malgastar esos euros que me cuesta tanto ganar y que casi nunca tengo, ni,sobre todo, darme cuenta que una cosa que he comprado la podría haber conseguido mas barata en otro sitio. La búsqueda fue larga y dura, y mientras, me fui calentando la sangre mirando y hablando con los compañeros ciclistas del equipo del curro.

Y al final la bici llegó, una Rockrider 8.2 en muy buen estado, aunque el vendedor se hizo el suizo cuando la suspensión empezó a darme problemillas y me dejó tirado. Todo lo solucioné al poco tiempo y una vez vestido de ciclista (casi lo parecía de verdad) tocó subirse a la bicicleta y ahí se despejaron todas las dudas, no lo era. De ese día recuerdo subida, viento, dolor, más subida, muchísimo viento, una voz que me decía: “¡¡¡tranquilo, que todavía te queda un piñón de reservaaaa!!!”, y mas dolor., muuuucho dolor. Podría decir que me gustó pero mentiría, fue el día mas duro de mi vida y todavía no se como pude volverme a subir otra vez en la bici, pero me subí y aquí estoy, loco por este deporte. Y si tuviera que volver a 1993 ahora tendría clara la decisión, y hubiera sido muy distinta a la que en su momento tomé, que fue la mejor, pero no la que me hubiera gustado.

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